Cómo hacer la compra
Comprar es en muchas ocasiones un acto casi mecánico. Y como acto mecánico, se repiten acciones sin tener en cuenta si son las más adecuadas o no. Si bien el gasto que se realiza en el supermercado es imprescindible, un buen control y planificación de lo que compras puede ayudarte a ahorrar, comer de forma adecuada y asegurar una buena higiene de los alimentos.
¿Cómo ahorrar tiempo, dinero y energía en la compra? ¿Cómo asegurar que los alimentos se conservan en buen estado hasta que llegan a casa? ¿Es necesario llevar bolsas que conserven el frío?
Si aplicas los consejos que te ofrecemos más abajo, verás que podrás responder a todas estas preguntas y notarás mejoras en tu forma de hacer la compra. Aprenderás a hacer una compra ordenada, segura, y ahorrando tiempo y dinero.
Haz una buena planificación
Preparar la lista de la compra es el principio para un buen ahorro. Así, llevarás a cabo un consumo consciente, ya que comprarás solo lo necesario y no olvidarás los alimentos más importantes. Recuerda incluir en la planificación todos aquellos productos que fomenten una alimentación sana, equilibrada y variada.
Asegúrate de realizar una compra estructurada y planificada en la que clasifiques los productos por categorías y según las necesidades reales.
¿Cómo hacer la lista de la compra perfecta?
- Ten en cuenta el número de personas que viven en el hogar.
- Haz un presupuesto de cuánto quieres gastar (mensual o semanal).
- Elabora un listado de lo que tienes en la despensa y en el congelador. Esto ayuda mucho a evitar duplicidades a la hora de comprar.
- Cuelga una plantilla en la nevera, dividida por categorías de alimentos, que te permita apuntar o marcar en ella cada alimento agotado en la despensa. Así, la lista de la compra se va elaborando sola a medida que se terminan los productos.
- Planifica tus menús. Así, comprarás lo necesario y no derrocharás comida. Además, cuando se piensan los menús, existe la tendencia a imaginar platos más saludables y elaborados. Llevarlos realmente a la práctica te ayudará a mantener una alimentación mucho más sana.
- Libreta o tecnología: puedes utilizar el papel de toda la vida, pero hoy en día existen muchas aplicaciones web que pueden ayudarte en la elaboración de una buena lista de la compra.
- Abre la oportunidad a los comodines y a la improvisación, sobre todo, en lo que se refiere a los productos frescos. Puedes apuntar “verdura de temporada” o “fruta de temporada” y luego elegir la que más te guste una vez estés comprando.
- Si siempre vas a comprar al mismo supermercado, trata de organizar la lista por departamentos y por tu camino habitual. Así, no se te olvidará nada en el recorrido.
Sé fiel a la lista de la compra y al presupuesto marcado. De nada sirve hacerla si después no la usas.
Realiza una compra segura
Los alimentos llegan al consumidor en diferentes formatos y presentaciones. Es importante que lo tengas en cuenta para seleccionar los de mejor calidad, higiene y valor nutricional.
- No compres productos con olores extraños, descoloridos, sucios, rajados, o latas con óxido o abolladuras.
- Empieza a comprar los productos que no necesitan frío.
- Sigue por los productos refrigerados.
- Compra, en último lugar, los productos congelados.
- Lee las etiquetas, pues siempre aportan información muy útil: instrucciones de uso, de almacenamiento, de consumo, etc.
- En el carro de la compra, separa los alimentos de los productos de limpieza.
- No coloques carne o pescado crudos encima de otros alimentos. Así se evitan posibles riesgos de contaminación.
- Una vez realizada la compra, es importante que vuelvas a casa lo antes posible y coloques los alimentos en los sitios más indicados para ello. Durante el transporte, es importante que coloques los congelados en bolsas que conserven el frío. No hay que demorarse, ya que los productos frescos podrían contaminarse.
No te olvides de limpiar tus bolsas reutilizables; mantenerlas limpias asegura la higiene de los alimentos que guardas en su interior.
Otros consejos para una compra eficiente
- Consulta en la página web del supermercado o en su catálogo si hay descuentos para ahorrar algunos euros en la compra de ese día.
- No te olvides de las bolsas. Recuerda que, por ley, los establecimientos están obligados a cobrarte unos céntimos por cada una. Si te llevas las tuyas de casa, eso que te ahorras. Del mismo modo que antes de salir de casa te aseguras de que tienes el monedero y las llaves, asegúrate también de que llevas bolsas.
- Come algo antes de salir de casa. Se ha constatado que comprar con hambre aumenta el nivel calórico de la compra. Por lo tanto, ¡evita tentaciones!
- Ojo con las fechas de caducidad, sobre todo en los productos lácteos, huevos y en los de panadería.
- Si quieres comparar precios entre productos, hazlo por peso. No siempre los paquetes grandes salen más baratos.
- Evita los pasillos de comida basura. Aunque está bien darse un gusto de vez en cuando, recuerda que este tipo de comida no se encuentra en ningún plan de alimentación saludable.