Amortiguación óptima del peso corporal.
Todo lo que necesitas saber antes de comprar un colchón:
¿Qué tipo de colchones hay? ¿Cómo saber cuál elegir?
La clave de un buen descanso está en un buen colchón. Las medidas adecuadas, los materiales de calidad, la dureza idónea... Hay muchos tipos de colchones y cómo elegir puede convertirse en una tarea complicada si no conoces qué es lo que los hace diferentes.
Características de un buen colchón
Sobre gustos no hay nada escrito, pero sobre calidad y ergonomía sí. Para garantizarte un descanso eficiente, el colchón debe cumplir con unos requisitos básicos:
- Tener la firmeza suficiente para soportar el peso del cuerpo sin deformarse.
- Adaptarse a la curvatura natural de la columna para prevenir los problemas de espalda.
- Tener una superficie homogénea, sin agujeros ni protuberancias sobresalientes.
- Proporcionar la temperatura adecuada en función de las características de la estancia y la zona en la que vives.
Tipos de colchones más comunes
Con independencia de las características básicas del buen colchón, este puede estar fabricado en diferentes materiales. Aquí tienes un breve listado sobre tipos de colchones y cómo elegir en función de sus particularidades:
- Colchón de espuma: el más económico. Suelen ser planchas de poliuretano con diferentes grosores y medidas. Ofrecen buena firmeza, pero no son termoadaptables, por lo que algunas personas pueden experimentar frío o calor.
- Colchón de muelles: es la opción más tradicional, pero no por ello la menos efectiva. La principal ventaja es que como cada muelle va encapsulado, existe cierta independencia entre las diferentes zonas del colchón. Vienen muy bien en parejas en las que hay grandes diferencias de peso. Son más frescos y más económicos, pero duran menos tiempo.
- Colchón de látex: pueden estar fabricados en materiales naturales (más caros) o sintéticos. En ambos casos, se trata de un colchón duradero que se amolda muy bien al cuerpo y proporciona un soporte más firme que los muelles y que la viscoelástica. La principal desventaja es el precio, muy elevado, y la transmisión de movimiento: tiene cierto “efecto rebote”.
- Colchón de viscoelástica: son colchones resistentes, fabricados en un material que fue desarrollado por la NASA. La principal característica de este material es que soporta el peso del cuerpo sin ejercer presión. Sin embargo, son colchones muy pesados y pueden llegar a ser un poco calurosos para algunas personas.
¿Cómo elegir un buen colchón para tu dormitorio?
La mejor forma de saber si un colchón se adapta a tus necesidades ¡es probarlo! No obstante, hay algunos aspectos que responden más a tu forma de dormir que a las sensaciones que puedes experimentar solo con tumbarte sobre él.
Estas son algunas de las claves sobre cómo elegir un colchón que realmente se ajuste a tus necesidades:
- Peso y estatura: por supuesto, ¡nunca debes dormir con los pies fuera del colchón! En cuanto al peso, las personas corpulentas deberían buscar más firmeza, y las delgadas más flexibilidad.
- ¿Colchón principal o para invitados? No es que tengas que ser un mal anfitrión. Pero si se trata de un colchón para momentos puntuales, no es necesario que hagas una inversión tan importante.
- Clima de tu ciudad: si sueles sudar en la cama o vives en una zona calurosa, opta por los colchones de muelles. Los de látex y viscoelástica son más recomendables en zonas frías.
- ¿Solo o acompañado? Tu comodidad es importante, pero también la de la personas que duerme a tu lado. Si eres de los que da muchas vueltas en la cama, el látex es el material que garantiza una mayor independencia.
¿Influye el colchón en la calidad del sueño?
Si te pasas la noche dando vueltas sobre el colchón y te despiertas con molestias por todo el cuerpo, no culpes solo al estrés. Es muy probable que no estés descansando sobre el colchón adecuado. El tipo de colchón que utilizas también afecta a la calidad de tu descanso y, en consecuencia, a tu bienestar. ¿Cómo dormir bien y en el colchón adecuado? Toma nota de estos consejos.
El papel del colchón en la calidad del sueño
Durante el sueño el cuerpo y la mente se recuperan del desgaste que supone el día a día. Escoger con criterio los mejores colchones para dormir es fundamental para que ese descanso sea verdaderamente reparador.
El colchón no es el único protagonista de un buen descanso, pero sí que influye de manera significativa en la calidad del sueño:
- La mayor o menor presión que ejerza sobre el cuerpo afecta a la circulación sanguínea.
- Los materiales de fabricación contribuyen al mantenimiento de una temperatura corporal óptima.
- Un exceso o falta de firmeza puede provocar una mala posición del cuerpo y desencadenar dolores de espalda y de cuello.
- Solo en un colchón realmente cómodo es posible alcanzar el nivel de profundidad de sueño que garantiza la regeneración biológica.
¿Cuáles son los mejores colchones para domir?
No se trata de una ciencia exacta. Más que hablar de calidad del sueño en función del tipo de colchón, habría que hablar de tipos de usuarios. Y es que la clave de un buen colchón no solo está en su material de fabricación sino en las exigencias de la persona que va a descansar en él.
- Los colchones de espuma de poliuretano o poliéster de poco espesor son más recomendables para niños o como colchones auxiliares en habitaciones de invitados.
- Los de viscoelástica están recomendados para quienes deben pasar mucho tiempo acostados, ya que ofrecen una estupenda adaptación sin presión.
- Los de látex proporcionan un mejor descanso a quienes son un poco frioleros, y los de muelles ensacados a los que pasan calor en la cama.
- Con independencia del material, cualquier colchón deben tener una longitud que supere al menos en 10 cm la altura del usuario para que este descanse cómodamente.
- Quienes duermen boca arriba preferirán un colchón más bien duro; de dureza intermedia para quienes duermen de lado y relativamente blando para quienes acostumbren a dormir boca abajo.