Aliviar el estreñimiento en niños
El estreñimiento es un síntoma bastante común en niños, aunque a veces podemos creer que se trata de estreñimiento cuando no lo es. Vamos a ver qué es, cómo podemos detectarlo y cómo podemos tratarlo en casa.
¿Qué entendemos por estreñimiento?
Este concepto se refiere a la frecuencia en la deposición de heces. Suele decirse que se padece estreñimiento cuando se realizan menos de tres deposiciones semanales, pero esto no es del todo exacto, ya puede que se hagan de manera más regular a lo largo de la semana, pero en el momento de ponerse, duele o cuesta realizar esta acción. Por ejemplo, si a la hora de ponerse supone un esfuerzo mayor al habitual podríamos estar ante un caso de estreñimiento también.
¿Cómo saber si el niño lo tiene?
Aunque es el médico el que debe determinar que el niño se encuentra ante un caso de estreñimiento, sí que puedes orientarte y tener una idea de si puede estar ante un caso así si cumple con los siguientes signos o parte de ellos:
- 1. Menos de tres deposiciones a la semana
- 2. Dificultad para expulsar
- 3. Heces duras y secas
- 4. Heces de gran tamaño
- 5. Dolor en el momento de defecar
- 6. Dolores de barriguita
Puede ser que tu niño, al sentir dolor en el momento de defecar, quiera evitar ir al baño y se aguante las ganas cuando las tiene, lo cual aún empeora más esta situación.
Todo y que vamos a ver algunos consejos para mejorar esta situación, es importante que acudáis al médico si a estos signos anteriores se le añaden algunos de los siguientes: sangre en sus heces, fiebre, vómitos, pérdida de peso o hinchazón abdominal.
¿Qué puedo hacer para aliviar el estreñimiento del niño?
En primer lugar, si se trata de un estreñimiento ocasionado por factores dietéticos, vamos a revisar qué es lo que come nuestro hijo, y si podemos mejorar o ayudar a que mejore sus hábitos nutricionales para asegurar unas buenas deposiciones. Aquí van algunos consejos sobre alimentación:
Fibra
La fibra es conocida desde la antigüedad como un ingrediente necesario para regular el tránsito, y es que les confiere la consistencia adecuada a las heces, además de que ayuda a aumentar el movimiento intestinal. Encuentras fibra en frutas, verduras y hortalizas. Aprovecha las que te ofrecemos en Lidl, siempre de temporada y al mejor precio.
Agua
El cambio de alimentación líquida a sólida puede dar lugar a este estreñimiento, que es habitual y se da por esta disminución en la ingesta hídrica. Por otro lado, si tu hijo ya come sólidos y le aparece el síntoma, hay que revisar que su ingesta de líquido sea adecuada. Evita sustituir el agua por otras bebidas que no sean por ejemplo leche (materna o normal si ya la toma normal), caldos o sopas.
También hay otras causas que pueden mejorar con algunos consejos, aquí van:
- 1. Cambio de rutina: igual que los adultos, los cambios en las rutinas pueden perjudicar al transito intestinal. Por esto es importante respetar siempre la hora del baño, y acudir al él siempre en ese momento. Si se trata de un bebé, debemos asegurarnos de que, en su hora, no esté demasiado distraído ni alterado, reservarle un momento para su deposición, estemos donde estemos.
- 2. Evitar el momento. Si el niño retiene sus ganas por que le duele defecar, o porque está muy entretenido jugando y no quiere irse en ese momento, hay que hacerle entender que esta medida no es adecuada. Debemos llevarlo al baño y estar con él para que entienda la importancia de ese momento.
- 3. Masajes en la barriguita. Si le cuesta mucho, podemos ayudarle dándole unos suaves masajes en su zona intestinal. Para ello, podemos poner un poquito de aceite de oliva sobre su barriguita y con movimientos suaves en sentido de las agujas del reloj vamos a ir acompañando el movimiento natural de su intestino. Hacérselo siempre a la misma hora, durante un par o tres de días.
- 4. ¡A jugar! Otra buena manera de ayudar en la motilidad intestinal es la actividad física. Así que jugar, correr, reptar… todo eso que hacen los peques, ¡es una buena manera de mantener el movimiento de su intestino! Hacerlo de manera regular, favorece a que su ritmo siga como un reloj.
Así que, con estos consejos, si todo va bien podemos decir aquello de… preparados, listos, ¡ya!
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