Aprender a compartir
Ha llegado una nueva etapa en el crecimiento de tu niño, sí. Y lo sabes porque ha empezado a considerar algunas cosas como “suyas”, sobre todo sus juguetes. Está bien, es normal, pero es el momento de trabajar otro nuevo aspecto para su aprendizaje: ¡aprender a compartir! Vamos a ver algunos trucos.
Parece que el “mío”, “no”, “dame”… se ha instaurado en la zona de juegos del pequeño de la casa. No te preocupes, tu hijo no se ha vuelto egoísta. Al revés: ¡es una parte de su desarrollo personal! Es el momento en el que toma sus juguetes como suyos y ahora hay que enseñarle a compartir.
En primer lugar, hay que entender qué significa para él tener que dejar prestado algo suyo. Para el niño, tener que desprenderse de alguno de sus juguetes preferidos es como perder una parte suya, y si no lo ven es que no va a volver, por eso es tan habitual que no quieran prestar sus preciados tesoritos, ya que no entienden que éstos se puedan ir por un ratito y volver.
El primer paso es explicarle que lo que se presta, no se pierde. Que se deja un rato y vuelve luego. Que no lo va a perder.
Podemos empezar con nuestro propio ejemplo, dando muestra de cómo se comparte: esto para papá, esto para mamá y esto para ti. Lo que ve, es lo que va a replicar, así que nuestro ejemplo vale más que un intento de discurso que probablemente no entienda.
Si nos vemos en la tesitura de que se niega en rotundo a prestar su juguete podemos optar por mantener una conversación con él. Es importante intentar entender qué le pasa, porqué no lo quiere prestar. Posiblemente sea uno de sus juguetes preferidos, así que podemos empezar por intentar que preste otro juguete a cambio de ese, así, cuando vea que el otro juguete vuelve, no le costará tanto prestar su preferido.
Jugar en grupo también es una buena manera de enseñar a compartir a la vez que socializa. Para ello es imprescindible que disponga de algún juguete que pueda ser compartido: herramientas, cocinita… De tal manera que entre todos desempeñen una labor en equipo, un juego grupal.
Podéis también hacer, por ejemplo, algunas manualidades para regalar a otros niños o a familiares. Cada cosita que hagáis, mencionad continuamente para quién es, y la ilusión que le va a hacer cuando reciba ese regalito hecho por él. Luego, cuando llegue el día de regalar, que sea él quien haga el honor de entregar su obra.
Y siempre que comparta alguna cosa, ¡celebradlo! El refuerzo positivo es muy poderoso para instaurar unos buenos hábitos en el aprendizaje.
¡Ánimo con esta nueva etapa!