Cómo ir de compras con el niño sin estrés ni discusiones
Cuando los pasillos se convierten en laberintos y empiezas a perder los nervios, una dosis de serenidad y un poco de planificación te pueden ayudar. Puedes ir de compras con los niños sin estrés: ¡te contamos cómo conseguirlo!
Pirámides de chocolate y una infinidad de dulces de colores a la altura de sus ojos: «¡quiero ésto!». Los niños son pequeños expertos en conseguir lo que quieren. Por lo tanto, si vas a comprar con tu hijo, lo mejor es que tu pequeño esté sentado en el asiento infantil plegable del carrito de la compra de Lidl. Aunque estando ahí los niños se suelen aburrir rápido. No pasa nada. Comprender el mundo con todos los sentidos, tocar o probar cosas es imposible si uno no se puede mover.
Darle un librito o algo para picar te puede dar unos minutos más de tranquilidad en caso de emergencia. A los niños también les encanta poder empujar el carrito de la compra o poner cosas en la caja. Si nada de esto funciona, proponle pequeños juegos de búsqueda para comprar sin estrés con el niño. ¿Dónde está la pasta? ¿Puedes traerme la leche que tiene el envase de color azul? De ésta manera tu hijo tiene una tarea importante, puede ayudarte y los dos conseguiréis comprar más rápido.
Mantente relajada. No hay un remedio infalible para evitar las rabietas:
Por supuesto, incluso con la mejor de las planificaciones puede ocurrir que al comprar con niños o bebés algo salga mal. A los niños les encanta llegar al límite y comprobar hasta dónde pueden forzar la situación. Mantén la calma y ten paciencia. Deja que el niño grite y que se le pase la rabieta. Un no es un no. Cógelo del brazo firmemente. No importa lo que piensen los demás.
Trata de mantenerte calmada e impasible, aunque sea difícil. Las discusiones a gritos y hablarle mucho hacen que aún se ponga más testarudo. Si el niño no se calma, siempre puedes salir de la tienda. La compra puede esperar.
Convierte las compras en un circuito de acción:
Cuanto más mayor sea el niño, más puedes involucrarlo y más activamente puede participar en la planificación de la compra. Le va a gustar ayudarte. Sentaos juntos y repasad lo que hay que comprar. Ten en cuenta también los deseos del niño. Puede hacer una lista con sus propios dibujos para comprar. Pesar las frutas y las verduras también es una tarea que les resulta divertida.
Comprar con la ayuda del niño puede ser divertido. Con estos pequeños trucos la tediosa tarea de comprar dejará de ser una prueba de estrés para todos:
- Acordad unas reglas antes de ir a comprar
- Aclarad antes de ir a la tienda lo que vais a comprar y lo que no
- Escribid o pintad una lista de la compra entre los dos
- Enseñale a tu hijo en su cocina de juguete que vais a hacer con los alimentos que comprareis en el supermercado
- Explícale antes de ir por qué hay ciertas cosas como los dulces que no vais a comprar
- Si es posible, no planees ir de compras a la hora de la comida, justo antes del fin de semana o los días que pueda haber más gente en la tienda.
- Involucra a tu hijo activamente en el proceso de compra
- Deja que te ayude en alguna pequeña tarea
- Los estómagos hambrientos no se pueden resistir a la tentación. Un panecillo o algo de fruta te serán de gran ayuda
- Para que se distraiga también puedes, por ejemplo, hacer un juego de preguntas: «¿cuántas frutas rojas conoces?, ¿qué animales comen plátanos?»
- Si todo va bien puedes recompensarle yendo luego a jugar a al parque.
Así, ir a tu tienda Lidl puede convertirse en un juego en el que los dos saldréis beneficiados. ¡El juego de ir a la compra! 😊