Socialización del bebé
Tu hijo es un ser sociable desde el momento que viene al mundo. Le gusta que lo tengas en brazos, que estés por él, establecer relaciones con otras personas, etc.
Las etapas de socialización del niño se prolongan mucho en el tiempo. Desde su nacimiento hasta los 4 años tu hijo cambiará la forma de relacionarse con su entorno y, sobre todo, con las personas de su alrededor.
Este proceso de socialización del bebé va muy ligado al desarrollo de otras capacidades y aptitudes como, por ejemplo, la construcción de la identidad propia o la confianza hacia personas desconocidas (principalmente, aquellas que no son su padre o madre). En estas etapas también desarrollarán su personalidad y su manera de relacionarse con el entorno.
Por lo tanto, a lo largo del crecimiento durante los primeros meses de vida esta situación va a cambiar y va a pasar por diferentes fases de relación con terceras personas. En este artículo te las detallamos todas una a una.
Desarrollo de la socialización de los 10 a los 12 meses
Es en esta etapa cuando su relación e interacción con los padres alcanza niveles máximos.
- Se reconoce a sí mismo (reflejado en un espejo, por ejemplo) y empieza a desarrollar su sentido de identidad propia.
- En esta época también empieza a sentir ansiedad cuando sus padres no están cerca, así como miedo y rechazo ante personas desconocidas.
- Hacia el final de esta etapa empezarán, también, a interactuar mucho con su entorno, pero lo hacen de forma muy individual. Buscan la atención y el contacto con sus padres y familiares cercanos.
- Aunque tendrá relaciones puntuales con otros niños, todavía no tienen interiorizado el concepto de “compartir”.
Podemos concluir, por lo tanto, que esta es una etapa generalmente caracterizada por la individualidad de tu pequeño.
Las etapas previas a esta que hemos comentado con más profundidad vendrán caracterizadas por una interacción baja con su entorno debido a que el bebé todavía se está habituando a la recepción de estímulos del mundo exterior y poniendo en práctica sus reacciones hacia estos estímulos. Por lo tanto, lo primero que tendrá que hacer es relacionarse con su entorno y, una vez habituado, empezará a interactuar con demás personas y objetos.
Aunque esto son pautas generales os recordamos que no todos los niños son iguales. ¡Cada niño tiene su propia personalidad! 😊
Si tenéis cualquier tipo de duda particular, recordad que lo mejor es que consultéis siempre con vuestro pediatra. 😉