Curiosidades de San Valentín
Se acerca San Valentín, el día de los enamorados. Y con él, una oportunidad perfecta para demostrar todo tu cariño a esa persona tan especial. ¡No la dejes pasar!
Ahora bien: ¿sabes por qué celebramos esta fiesta cada 14 de febrero?
El origen de San Valentín
Aunque su nombre parece indicar que se trata de una tradición católica, nada más lejos de la realidad: como ocurre con muchas fechas señaladas de nuestro calendario, el día de San Valentín tiene en realidad raíces paganas.
Esta festividad, conocida como Lupercalia, se celebró cada 15 de febrero durante la época romana y consistía en una serie de rituales destinados a favorecer la fertilidad de las parejas.
Esta ceremonia estuvo vigente hasta finales del siglo V, momento en el que, tras la caída del Imperio romano de Occidente, el papa Gelasio I decidió prohibirla por no tratarse de una fiesta cristiana. Pese a todo, continuó celebrándose el día anterior, el 14 de febrero, jornada en la que se conmemoraba el martirio de San Valentín, que tuvo lugar en el año 270 de nuestra era.
Con el paso de los años, los creyentes atribuirían a este santo la facultad de proteger a las parejas, quizás por influencia de los antiguos festivales lupercalianos, o tal vez por el recuerdo del dios griego Eros (es decir, el Cupido romano).
Ya en la Edad Moderna, se han documentado en Inglaterra algunas festividades relacionadas con San Valentín, y en la que los jóvenes intentaban dar con su media naranja.
¿Por qué el corazón simboliza el amor?
Otro de los grandes clásicos del día de los enamorados son los regalos de San Valentín en forma de corazón.
Aunque pueda parecer que llevan pocos años con nosotros, lo cierto es que éstos ya llevan varios milenios relacionándose con el afecto. De hecho, civilizaciones tan antiguas como los sumerios, los egipcios, los hebreos y los romanos ya lo consideraban como un símbolo del entendimiento, el valor y el amor.
¿A ti también te gusta este símbolo?
Regalos de San Valentín originales
Si buscas regalos clásicos, una de las opciones que nunca fallan son los ramos de flores. De rosas rojas, de de tulipanes, de orquídeas… Incluso, también podrás obsequiarle con delicados jarrones de especies exóticas, un regalo más original.