¡Adiós chupete! Cómo lograr que se despida de él por su propia voluntad
Los niños pequeños adoran sus chupetes. Y no es de extrañar, porque la necesidad de chupar es un reflejo natural e innato. Por ello, es difícil dejar de usarlo. Entonces, ¿debemos quitarle el chupete? ¿Cómo y cuándo? Con estos consejos, puedes preparar a tu hijo poco a poco para la despedida.
Tu hijo necesita tiempo para decir adiós a su querido chupete. Aunque los ortodoncistas y dentistas recomiendan que el niño deje de usar el chupete como muy tarde al segundo año de vida, nunca existe un momento perfecto para quitárselo. Los pediatras y psicólogos dicen que hay suficiente tiempo para el desarrollo emocional de los niños hasta que cumplen cuatro años. Es entonces cuando los niños están listos y pueden consolarse de otra manera.
Precisamente en las etapas nuevas o emocionantes de la vida, como una mudanza, una separación o el nacimiento de un hermano, el chupete es un elemento que le ayuda a consolarse. Si se dan las condiciones para hacerlo, debes tratar el tema con la mayor delicadeza y de la forma más gradual que sea posible. Así, tanto tu hijo como tú os podréis acostumbrar poco a poco a la nueva situación.
Adiós al chupete. Cómo conseguirlo de una forma suave:
Para empezar, hay un par de reglas sencillas: el chupete no hace falta para jugar, hablar ni coger rabietas. Pero para consolarle, cuando está cansado o para que se quede dormido puede ser de gran ayuda. Para limitar el tiempo que lo usa, es útil evitar que lo lleve puesto en todo momento. Ya es él lo suficientemente rápido a la hora de volver a ponérselo en la boca. Cuanto menos lo use, menos dependerá de él con el tiempo.
Los peluches u otros juguetes que le gusten son útiles para acompañarle y consolarle durante el proceso. Si se le hace duro no tenerlo durante el día puedes ofrecerle fruta deshidratada o alimentos crudos. Una zanahoria, una manzana, un trozo grande de colinabo o pepino también son buenos para que los chupe y los muerda como si fueran una especie chupete. Puedes conseguir frutas y verduras frescas en cualquier tienda Lidl. También puedes quitarle el chupete por las noches, después de que se haya dormido. Al principio se lo puedes poner cerca y poco a poco ir dejándoselo cada vez más lejos. Y puede que un día desaparezca de la cama... ¿no?
Es el momento del gran día. Tres consejos para que la despedida no sea tan dura:
Si tu hijo quiere entregar el chupete de forma voluntaria, es hora de hacerle una bonita ceremonia de despedida. Una despedida final así no es fácil y merece un poco de atención:
1. El hada del chupete:
En algunos países, como Estados Unidos o Alemania, se les dice a los niños que un hada se lleva su chupete. Esta hada concede un deseo al niño a cambio de su chupete. Acuerda con tu hijo un día para hacerlo. Puedes comentárselo unas semanas antes, para que se vaya mentalizando. Háblale del hada del chupete a menudo y cuenta cuántos días quedan para que venga. Llegado el gran día, coloca el chupete en la ventana o frente a la puerta. A la mañana siguiente, habrá desaparecido sin dejar rastro. En su lugar, habrá un gran regalo. Lo que a tu hijo le apetezca: un coche de juguete, una muñeca o unas entradas para el zoo.
2. El árbol de los chupetes:
Si no te acaba de convencer el hada del chupete, entonces puede que la tradición danesa del árbol del chupete te parezca interesante. Es algo común también en algunas regiones de otros países de Europa como Alemania. En los parques públicos o en las zonas donde juegan los niños hay árboles decorados con colores: son los denominados árboles de los chupetes. Aquí se cuelgan los chupetes que ya no se van a usar. Para los niños es una motivación ver que muchos otros ya lo han logrado. Como curiosidad, podéis encontrar en internet una lista de dónde se encuentran estos árboles.
3. Fiesta de despedida para el chupete:
Los grandes eventos merecen una celebración: organiza una celebración familiar en honor al chupete. Todos los que quieran despedirse están cordialmente invitados. Deja que tu pequeño envuelva su chupete en papel de regalo y lo guarde en una caja. Después de todo, es un día especial para el chupete, ahora que ha cumplido con su misión. Luego lo entregará solemnemente a mamá, papá, a la abuela u otra persona. Después, se saca un pequeño regalo de otra habitación, para cambiarle el chupete por algo que el niño deseaba. Una muestra de agradecimiento por todo el tiempo que han pasado juntos.
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