Ideas útiles para controlar sus primeras rabietas
A partir de los 12 meses, aproximadamente, el niño ya puede distinguir las cosas que hace él, que te hacen feliz y también sabe las cosas que no te agradan. Es un buen momento para marcarle dónde están los límites e indicarle las cosas que puede hacer y las que no debe hacer.
Es muy probable que cuando le digas que no, no te haga caso, incluso llegue a desafiarte. Es entonces cuando tienes que explicarle el por qué no puede actuar así.
Los motivos por los que empiezan las rabietas suelen ser enfado, frustración, confusión, control o en algún caso también miedo. Normalmente quieren llamar tu atención, algo que no tienen o ser más independientes y si ha llegado un nuevo hermanito, pueden tener celos.
Cómo actuar ante las rabietas de tu hijo:
- Intenta distraerlo con un juguete o con algo que le guste mucho. De esta manera, desviarás su atención y seguramente no recordará porque está disgustado.
- Háblale de manera calmada pero firme. No puedes transmitirle nerviosismo, ya que entonces le puede parecer que puede salirse con la suya.
- No puede conseguir lo que quiere así que no cedas, porque si no va a volver actuar así, cada vez que quiera conseguir lo que anhela.
- Substituye la palabra "no", por palabras menos negativas como "más tarde" o "luego". Una negación muy tajante, puede acrecentar esa crisis, por lo que es mejor suavizar utilizando otros términos.
- Si es posible, no prestes atención a tu niño mientras está teniendo una rabieta, incluso puedes salir de la habitación, hasta que se calme.
- Intenta evitar que esté demasiado cansado o tenga hambre, cumpliendo con un horario regular para sus rutinas habituales, ya que puede ser una causa de estos berrinches.
- Alaba sus mejoras para así fortalecer sus inseguridades, impidiendo que pueda sentir frustración cuando intenta hacer algo él sólo y no puede.
- Tu hijo te imita a ti y a quien le cuida y es necesario que todos le enseñéis lo mismo. Por eso tenéis que mantener la calma y así le transmitiréis esta sensación.
- En el caso de que la rabieta, se produzca por una sobreestimulación, por ejemplo, en un parque de atracciones, saca al niño de ese lugar para intentar calmarlo.
¡Recuerda! Trata las rabietas con tranquilidad y cariño, pero no le permitas que se salga con la suya en sus exigencias: si cedes actuará así para conseguir todo lo que quiera.